Peeling químico
Es uno de los tratamientos estéticos más usados en el mantenimiento y mejora de la calidad de la piel.
El peeling químico es una técnica de rejuvenecimiento que mejora de forma notable el aspecto de la piel de una manera sencilla, rápida e indolora, permitiendo al paciente continuar con sus actividades diarias ya que no precisa un tiempo de recuperación post-tratamiento.
Se usan para seboregulación por acné, fotoenvejecimiento, piel áspera, tono amarillento, queratosis actínicas, léntigos solares, pigmentaciones postinflamatorias, acné, cicatrices residuales, arrugas estáticas…
El peeling químico puede ser superficial, medio o profundo y este se aplicará dependiendo de la necesidad y características del paciente.
La base de un peeling químico es la exfoliación una renovación de las capas de la piel siendo sustituidas por otras nuevas de mejor calidad.
La reparación con una nueva epidermis y un nuevo tejido conectivo dérmico consigue como resultado final un aspecto rejuvenecido de la piel.
Se pueden hacer varios peelings entre (4 y 6) superficiales al año, separados entre 2 y 4 semanas, preferiblemente en los meses de invierno para conseguir el rejuvenecimiento de la piel.